sábado, 13 de octubre de 2012

Reflexiones de "La Paradoja" J. Hunter
















Luego de realizada la lectura de los capítulos: las Definiciones y el Paradigma Antigüo del libro “La Paradoja”, el aprendizaje que nos deja es muy estimable para ser aplicado en nuestro desempeño como gerente.

En el capítulo I, las definiciones que abre con un pensamiento de Margaret Tacher,  emblemática primera ministra de Inglaterra quien expresa “Lo de tener poder es como ser una señora. Si tienen que recordárselo es malo.” Este pensamiento quiere decir que cuando se es algo esa persona representa ese algo sin tener que mencionárselo y menos repetirlo.

Cuando nuestro personaje Jhon Dayli ya instalado en el monasterio empieza de definir su presencia, con una serie de motivaciones y de incógnitas. La motivación es lograr una reunión con el personaje más admirado dentro del mundo empresarial como era Len Hoffman. La incógnita era saber si su pasantía una semana en ese monasterio le permitiría adquirir la sabiduría para retomar su puesto de liderazgo en la familia y en esa empresa.

Las definiciones empiezan a manifestarse cuando se establece el primer contacto con Len Hoffman, quien para efecto del monasterio, se hacía llamar Simeón, un encuentro verdaderamente casual e inesperado, porque a quien él creía muy encumbrado lo encuentra realizando labores de reparación, primer aprendizaje que un líder debe estar dispuesto a servir en las circunstancia que le corresponde. Continúan las definiciones en el aprendizaje, y esto ocurre ya en el salón de clase, donde se reúne con personaje de distinta profesiones y el aprendizaje es compartir ideas y aptitudes, que llevan a la tolerancia. Por otra parte, la calidad humana demostrada e impartida por Simeón en el proceso de capacitación. Siendo las definiciones la primera lección a nuestro personaje y a nosotros mismos nos hace ver la responsabilidad que asumimos en la con la familia y en el trabajo en nuestro rol de liderazgo.     

Por su parte, el capítulo II  abre con un proverbio chino que dice “Si no cambias de dirección acabaras en el lugar exacto al que te diriges.”

El análisis de este proverbio nos indica que para tener excelentes resultado se deben hacer cambios notables para el logro de los objetivos. Nuestro aprendizaje en este capítulo es que nos enseña a romper paradigmas. Nuestro paradigma puede ser útil e incluso puede salvarnos la vida si hacemos un uso apropiado de ellos. Pero también puede llegar hacer peligroso si lo consideramos verdades inmutables que valen para todos, y los utilizamos como filtros de la información nueva en los cambios de tiempo a lo largo de nuestra vida. Aferrarse a paradigmas obsoletos puede paralizarnos mientras el mundo avanza.

Nuestro personaje empieza a darse cuenta de que las actitudes que tiene, hasta ese momento que el practica son realmente raras sobre todo cuando empieza entender la relación existente entre el poder y autoridad. Donde autoridad es la representación de una acción en determinado momento y poder es ejercer o dirigir con voz de mando las acciones a cumplir por personas a su cargo.

Nuestro personaje se sorprende cuando Simeón (El Profesor) le demuestra claramente una de las tantas actitudes erradas que el practicaba; no saber escuchar, siempre interrumpía una conversación para expresar sus ideas para efecto de nuestro aprendizaje estamos aprendiendo que un líder debe saber escuchar, otro  importante aprendizaje que nos deja este capítulo es el diagrama de la pirámide como antiguo paradigma que al comprobarlo con el nuevo paradigma, vemos que en lo actual, la mejor aplicación es la pirámide invertida.



Por: Lcda. Glenis Acosta
Ing. Eumelis Acosta 

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